21 ene. 2007

Si yo pudiera hablar...


Si yo pudiera hablar
por una vez,
de esos días en que se encendieron
y ardieron, todopoderosos,
todos los fuegos.
días de ciego tránsito,
de trance y transfiguraciones,
en que el alma
se hizo carne para arder mejor,
achicharrarse como un pobre animal
expulsado del aire,
chamuscarse como un viejo hueso
carcomido de olvido,
calcinarse como la misma muerte
saciada al fin de fuego y muerte.

Días de purificaciones
en que el alma
se hizo fuego ella misma,
latido crepitando,
aliento enloquecido,
hoguera desatada,
aullido y carcajada.
para alzarse y lamer,
ingenua y altanera,
lasciva y ciega,
toda la piel del mundo;
florecer en un bosque incandescente
de llamas y rugidos,
preñar la noche antigua
de un múltiple galope desbocado,
violando todas las ausencias.
Ángeles o demonios de la fatalidad,
indomables y libres,
vientos germinadores
de lo maravilloso y lo terrible,
vida y muerte
que en un feroz combate,
ardieron,
una sola, triunfal llamarada.

Si yo pudiera hablar...

2 comentarios:

Lila dijo...

"Si yo pudiera hablar", me he quedado pensando en esas palabras.

Saludos.

Lila Magritte dijo...

Vuelvo por aquí a leerte, y a llevarme el antiguo latido que estremece las palabras.